OTOÑO DE FERIAS: Mercat de Música Viva de Vic, Fira Mediterrània de Manresa y Womex
El otoño es siempre sinónimo de ferias en la agenda. Entre septiembre y octubre estuve presente en tres citas imprescindibles: Mercat de Música Viva de Vic (Cataluña), Fira Mediterrània de Manresa (Cataluña) y WOMEX (Tampere, Finlandia). Son ferias a las que habitualmente voy cada año. Cada una de ellas es muy diferente de la otra, pero hay algo común a todas ellas: la reflexión, los encuentros y nuevas perspectivas sobre hacia dónde se mueve nuestra industria. Más que simples ferias, estos eventos son puntos de inflexión, lugares donde siento que el futuro de la música se dibuja en tiempo real.
Mercat de Música Viva de Vic: Nuevos aires
Un año más el Mercat de Música Viva de Vic volvió a recordarme por qué es uno de los espacios que más disfruto cada año. Allí pude ver propuestas frescas, arriesgadas y variadas, además de reencontrarme con colegas y descubrir artistas que sin duda marcarán el panorama en los próximos meses. Este año volvía con un nuevo equipo en su dirección artística: Joan Rial, Rubèn Pujol y Jordi Casadesús (¡Enhorabuena por el trabajo bien hecho, compañeros!).
En lo musical, disfruté muchísimo del concierto del sueco Jay-Jay Johanson, con casi tres décadas de trayectoria, a ritmo de bossa nova, electrónica o jazz. Ángeles Toledano me conquistó. Tenía muchas ganas de ver su directo. La cantaora andaluza desplegó un imaginario poderoso y poético, donde el flamenco se reinventa desde una mirada propia y profundamente contemporánea. Los gallegos Sumrrá, que ya tenían ganado mi corazón desde aquel memorable showcase en el Womex de Las Palmas en 2018, volvieron a emocionarme. Son unos genios. Enormes!. Uno de los grupos de moda entre la chavalada (y no tanto): Sanguijuelas del Guadiana, que ya me habían sorprendido en la MUM del 2024, teniendo como espacio escénico nada más y nada menos que el maravilloso Templo de Diana (Mérida, Badajoz), arrasó entre una abarrotada carpa de la que, me atrevería a decir que el 80% del público era gente joven que habían venido a ver el concierto y no tanto profesional acreditado. Esto me dice mucho de por donde han ido (o pueden ir) las nuevas formas de la nueva dirección artística. Sanguijuelas, tienes esa fusión sonora tan difícil de encasillar, mezclando rock, rumba, electrónica, folclore extremeño e incluso autotune, creando un sonido propio y sorprendente. Me gusta que esta nueva generación de artistas siga reivindicando la identidad rural. Hubo muchos más conciertos que me gustaron, pero como colofón final, no haber mejor elección que la artista catalana María Arnal, presentando su nuevo trabajo AMA, una performance que fusiona voz, cuerpo e inteligencia artificial desde una mirada feminista. Un proyecto así no merecía menos que la Plaça Major de Vic, esa gran plaza porticada de tierra batida que actúa como corazón social y cultural de la ciudad. Sublime, de verdad.
Jay-Jay Johanson
Sanguijuelas del Guadiana
Ángeles Toledano
María Arnal
Sumrrá
Fira Mediterrània de Manresa: Raíces que dialogan con el mundo
En Manresa viví una edición inspiradora, bonita. La Fira Mediterrània tiene esa capacidad única de conectar tradición y contemporaneidad, y en 2025 lo volvió a hacer con fuerza. Ya se intuía desde el primer momento, desde ese pistoletazo de salida que trae consigo el espectáculo inaugural y que siempre esperamos con ansia y elucubraciones varias. Expectación, por tanto, entre los asistentes que llenamos la sala grande del Teatre Kursaal. La artista menorquina Anna Ferrer no defraudó. Impactó al público con Pa, un espectáculo emocional y lleno de matices musicales que confirma su enorme personalidad artística. La propuesta parte de una idea poderosa: tras una reflexión sobre su herencia familiar, Ferrer decide no continuar con el oficio panadero que la precede y transformar ese legado en música. Pa ritualiza este relevo generacional y plantea, con sorprendente claridad, una pregunta que atraviesa toda la obra: “Y si no hay pan, ¿quiénes somos?”. Sublime, sin más. ¡Enhorabuena! a todas las partes e instituciones implicadas en esta coproducción: Fira Mediterrània de Manresa, La Marfà - Centre de creaciò musical, L’Auditori de Barcelona, Fàbrica de creació Fabra i Coats…
Los días trascurrieron como siempre en Manresa: buena compañía, encuentros profesionales muy productivos, speed meetings, charlas, comilonas, una vuelta por ‘El sielu’… Manresa siempre es ‘casa’.
De la extensa y variada programación, destaco varias propuestas: la de mi paisana Bewis de la Rosa, con una puesta en escena muy ‘a la manchega’, cuidada y con decenas de guiños a nuestro folclore y patrimonio cultural. Propuesta fresca a ritmo de ‘rap rural’, cargado de mensaje y reivindicación.
Las occitanas Cocanha presentaban también nuevo espectáculo. Que yo recuerde, esta es su tercera vez en la fira y, la verdad, me sorprendieron una vez más con su polifonía y reinterpretación del folclore desde una mirada contemporánea y libre de tabúes.
Siguiendo con las polifonías, el proyecto de L’Alba es un claro ejemplo de que ‘menos es más’. Nada de fuegos artificiales, ni electrónica ni cacharros varios. Lo suyo es poner en relieve el poder de la voz, en su más desnuda expresión, combinando tradición y modernidad con una fuerza emocional arrolladora. Fue como un viaje sonoro en la siempre acogedora e íntima Sala Plana de l'Om.
Lo de Justin Adams y Mario Durante es de otra galaxia. Espectaculares, inmensos. Era la primera vez que veía su directo, ya aclamado en decena de festivales de medio mundo… Un dúo explosivo que une la magia ritual del sur de Italia con la crudeza del blues global.
La catalana Magalí Sare presentaba ‘Descasada’. Magalí es siempre un must, un ‘caballo ganador’. Sigo su carrera desde hace tiempo y me encanta. Una puesta en escena muy cuidada (luces, vestuario, escenografía…) y acompañada de coro y un cuarteto de cuerda precioso, en el que también estaba su ya habitual contrabajista, Manel Fortiá.
En relación al foco balcánico, destaco al bosnio Božo Vrećo que lleno El Sielu. Es sin duda alguna, una de las voces más singulares de los Balcanes, renovador de la sevdah tradicional bosnia, desde una perspectiva profundamente personal. Con un registro vocal andrógino y una interpretación intensa y emocional, su obra combina tradición, libertad estética y una fuerte expresión identitaria. Aunque no llegué a conectar mucho con su directo, pongo de relieve la importancia de su labor y mensaje y admito que se acompaña de una banda de músicos excelentes.
A destacar un acontecimiento que ocurrió durante la celebración de la fira, que acogió el encuentro anual de la European Folk Network, lo que atrajo a un numeroso e interesante grupo de profesionales internacionales del sector. Una presencia que reforzó el papel de la Fira como punto de conexión europea para la música y la cultura de raíz. Buen trabajo el de Anna Vilanova, Jordi Fosas y todo su equipo, así como el de mi querida Araceli Tzigane por el buen hacer dentro de la EFN.
Anna Ferrer - Baleares
Bewis de la Rosa - Castilla la Mancha
Cocanha - Occitania
L’Alba - Córcega -
Justin Adams & Mario Durante - UK, Italia
Magalí Sare - Catalunya
Božo Vrećo - Bosnia & Herzegovina
WOMEX 2025: Tiempo de repensar el rumbo
Este año WOMEX regresaba a Tampere (Finlandia), ciudad que ya había acogido la edición del 2018. Y yo regresaba siete años después cargado de ilusión y nuevos proyectos e ideas bajo el brazo. Todo bien hasta ahora. Conocía la ciudad, la amabilidad e impecable organización nórdica, los días con poca luz y mucho frío, también la lluvia... A ver, no nos engañemos, no es la mejor opción para andar de feria, sobre todo, cuando uno tiene que moverse de un lado para otro constantemente, pero es lo que hay, vaya.
Regresé con una mezcla extraña de sensaciones. Agradecimiento, porque siempre es un placer descubrir artistas nuevos, reencontrarme con colegas y sentirme parte de una comunidad internacional. Pero también preocupación, porque esta edición ha dejado al descubierto una serie de señales que, creo, ya no podemos ignorar.
La participación profesional ha sido sensiblemente menor, sobre todo en cuanto a ‘compradores’, festivales y programadores se refiere. Hay quien hablaba de un cierto tipo de ‘boikot’ por parte de muchos viejos conocidos de esta feria, que habían decidido no acudir este año; tal vez como una queja a la elección de Tampere (otra vez) como ciudad sede de la feria. Llegar hasta allí no es lo más cómodo del mundo, hablando en términos logísticos y de viaje. También Finlandia es un destino más cara en comparación a otras ciudades del sur de Europa donde se ha realizado la feria en años anteriores. Sea como fuere, había varias cuestiones que dejaban claro que esa energía vibrante que solía caracterizar a WOMEX se sintió más apagada, más dispersa. Y quienes llevamos años asistiendo sabemos que no es una percepción aislada.
La polémica de Liraz: una decisión que WOMEX debería haber reconsiderado
La actuación de la artista irano-israelí Liraz marcó un punto crítico en esta edición. No por la artista en sí, sino por lo que su presencia representaba en un momento internacional especialmente cargado de sensibilidad, tensión y dolor. Incluir en el cartel a una figura cuya participación implica inevitablemente un fuerte componente político fue, a mi juicio, una decisión poco acertada por parte de WOMEX.
Mi malestar no tiene que ver únicamente con su presencia, sino con los criterios éticos y curatoriales que la hicieron posible. Considero un error grave haber programado a una artista cuyas declaraciones públicas han sido ampliamente interpretadas como una forma de respaldo o alineamiento con posiciones asociadas al IDF, algo que ha generado preocupación y rechazo en diversos sectores del ámbito cultural internacional. En un contexto tan trágico y delicado como el actual, esas implicaciones no pueden pasarse por alto.
Esta situación no se trata de censura, sino de contexto, responsabilidad y coherencia. WOMEX es una feria que presume de tender puentes, de promover el diálogo entre culturas y de crear espacios seguros para la diversidad. Precisamente por eso, resulta difícil comprender una decisión que pasa por alto el impacto real que estas posturas públicas —y la lectura política que generan— tienen dentro de una comunidad artística profundamente afectada por el momento histórico.
La polémica no fue anecdótica ni superficial: evidenció una desconexión preocupante entre la programación y la sensibilidad actual del sector. Y dejó claro que quizá sea necesario revisar con urgencia los criterios curatoriales, la responsabilidad cultural y la coherencia ética que WOMEX debería asumir, especialmente en tiempos tan complejos como estos.
¿Qué futuro queremos para WOMEX?
WOMEX sigue siendo un punto de encuentro imprescindible, pero esta edición nos recuerda que ningún formato es eterno y que la capacidad de adaptación es clave para mantenerse relevante.
Quizás haya llegado el momento de:
Revisar el modelo de feria.
Escuchar más activamente a la comunidad profesional.
Replantear las prioridades curatoriales.
Y, sobre todo, conectar mejor con las realidades sociales y políticas que atraviesan hoy a artistas, públicos y profesionales.
No lo digo desde el enfado, sino desde el cariño y la preocupación. WOMEX ha sido y puede seguir siendo un espacio fundamental para nuestra industria. Pero para eso, necesita repensarse.
Y creo que esta edición nos ha dado la oportunidad —y la urgencia— de hacerlo.
Kimmo Pohjonen (FIN) Opening Ceremony Womex 2025
Maite Larburu (Euskadi)
La Santa Cecilia (MEX-USA)
Yaràka (ITA)
Kizaba (DR Congo/ Canada)
Malkit Singh / Golden Star (IND/UK)